Mira por la ventana, cree ver los árboles. Cree ver lo verde de las hojas, lo celeste del cielo, pero no. Cree ver pero no mira. Ve más allá de lo que cree, a ningún lado.
Parece esperar algo, algo que nunca va a llegar y que espera hace mucho tiempo mientras se retuerce las manos. Siente la necesidad de levantarse y correr. Y así lo hace.